viernes, 28 de marzo de 2014

#Análisis - Cuando echas de menos a los alienígenas.

Los protagonistas de Nazi War Diggers (National Geographic)
Hace unos días me llegó una nota alarmante sobre un nuevo programa de televisión a punto de estrenarse en National Geographic. La fuente, un video de presentación del propio canal en el que unos muchachos reventaban enterramientos y campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial en el este de Europa. El video era brutal, tanto que NG lo ha retirado de la web y de YouTube. En cuestión de un par de días, varios investigadores y un par de asociaciones le hicieron llegar sendas cartas a la dirección de la cadena pidiendo explicaciones. No se han hecho esperar:

"National Geographic Channel’s series Nazi War Diggers investigates history at the sites of some of the most intense battles of World War II. Unfortunately, a video excerpt from our show posted on our website did not provide important context about our team’s methodology. This series operates in direct conjunction with organizations officially licensed to excavate battlefield sites and adhered to their procedures. All of the excavation featured in the series, including handling of human remains, was supervised by representatives from these organizations, which act under the authority of their country’s government and are also backed by the official German and Russian war graves commissions." (web de NG)

Para el que no lea inglés, vienen a decir que el video ha sido desafortunado y que la serie está grabada en consonancia con la ley de los países y asociaciones dedicadas a la investigación de estos temas. De hecho, la polaca lo respalda abiertamente. Sigue sin gustarme lo que vi en el video, pero la respuesta me vale, me tiene que valer si es cierta.
Después de la que se lió el año pasado con NG y Spike TV, no quieren pasar por lo mismo de nuevo y han reaccionado en cuestión de horas. Ahora queda preguntarse si habrá cambios en la edición del programa para cumplir con estos mensajes tranquilizadores, o mantendrán la misma linea que se veía. El problema, que lo que se veía es lo que se ha grabado y cuesta creer ciertas cosas.

  • El «expolio» - Aunque tengan permiso y haya una asociación detrás, no se veía mucho método en el video. Más bien escarbaban para sacar lo que el detector marcaba. Jugueteaban con ello -incluyendo los huesos- y lo manejaban con descuido. ¿Es eso arqueología? Desde luego que no, pero ni siquiera es una recuperación buena de restos. No conozco bien la legislación en el este de Europa, pero en España eso se podía llegar a tipificar como expolio. Una pena que muchas legislaciones no reconozcan los restos tan recientes como patrimonio arqueológico.
  • Los «restos materiales» - En declaraciones públicas de uno de los protagonistas dice textualmente que se dedica a vender lo que encuentra como forma de preservar una historia que no interesa a los museos. Estoy seguro de que muchos museos están interesados en esa historia, pero debemos partir del concepto de patrimonio como bien público, es decir, de todos. Que lo disfrute un ricachuelo no es conservarlo, y menos si se ha escarbado así.
  • Los «restos humanos» - Y esto es lo que me parece más grave. No sólo por la falta de respeto en el manejo de unos restos que tienen conexión directa con gente aún viva. No voy a jugar a la moral después de hacer algunas de las cosas que he hecho con restos humanos, pero con los años vas ganando sensibilidad y, sobre todo, ética. Esos restos le pertenecen a familias actuales, vivas, de verdad. No son antepasados de hace cientos de años, sino los abuelos de alguien. Merecen un trato justo aunque fueran nazis. Si algo nos enseñó Hijos del Tercer Reich es que los alemanes también eran personas y tenían corazón, por mucho que algún loco le diera la vuelta al mundo. Nuestros héroes son los villanos de alguien, y viceversa.

Análisis hay muchos... Os dejo el de Sam Hardy, el de Alison Atkin y el de Archaeosoup.


Al final, la cabra siempre tira al monte. Cuando veo estas cosas tengo que escribir sobre ellas y Nazi War Diggers es una serie, documental, pero serie. Me produce gran pena tener que ver cierto tipo de cosas en la televisión, cuando no son para nada ficción, o no tratan de serlo. Especialmente si atentan contra los fundamentos de mi profesión. El Canal Historia hace tiempo que se dedica más a las conspiraciones que a la realidad, pero de National Geographic tiendes a esperar otras cosas. Al final, el mercado homogeneiza por abajo y te deja a expensas de la BBC para ver algo de calidad. No puedo creer que ahora mismo eche de menos a los alienígenas ancestrales de Tsoukalos. Al menos el daño es sólo de imagen.
Los arqueólogos tendemos a exaltarnos rápido cuando aparece nuestro trabajo en la televisión. Supongo que por la costumbre de ver auténticas barbaridades. Podría decir que mi primera entrada para este blog la publiqué como reseña en Arkeogazte hace un año. Como decía ahí, en el reino de los ciegos, el tuerto es el rey. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario