jueves, 13 de marzo de 2014

Como goma de mascar, o de como estirar series

Cartel de Friends (NBC)
10 temporadas, una cifra redonda. Dicen que How I met your mother es la sustituta de Friends y se va a quedar en 9. Entourage, en HBO, se quedó en 8 y ahora le van a hacer una película para terminar en condiciones. Los Simpsons llevan teniendo altibajos 15 años de los 25 que llevan en antena. ¿Alguien cree que se puede mantener la calidad durante tanto tiempo?
Cuando las series viven de capítulo en capítulo, los guionistas acaban cayendo en una monotonía que no salvan ni las historias de fondo. Cuando el objeto de la serie es la propia historia, es difícil mantener el nivel de una temporada brillante durante años. Hay quien no mantiene el nivel del episodio piloto siquiera. ¿Quién no ha terminado decepcionado con una serie después de un par de años?
No existe una fórmula mágica para calcular el tiempo que debe durar una serie. Todo dependerá de la trama, o del gancho. Ya he dicho antes que una comedia lo tiene muy fácil para enganchar, porque cuando los buenos guionistas saben hacer reír, hacen reír, y eso te permite dejar las tramas de fondo a un lado y estirarlo todo. Puede que el producto haya perdido calidad para entonces, pero su objetivo principal, la risa, se mantiene. Si el objetivo de How I met your mother hubiera sido otro, podríamos seguir viendo la serie durante lustros -supongo que algún día se les terminarían las ideas-, pero teníamos que conocer a la madre de los hijos de Ted Mosby y 9 años se hacen largos para eso. Todas las temporadas de la serie tienen algún capítulo épico en el que los guionistas han innovado una vez más en el formato. Creo que nadie cuenta historias como ellos y por eso la serie es brillante aunque le sobren tres o cuatro temporadas. Puede que alargar la serie haya sido el detonante de la brillantez, en una especie de desesperación por encontrar algo que ofrecer sin que sea la madre. En todo caso, nos ha tocado tragarnos historias de fondo inútiles para poder disfrutar de algunas maravillas. A los fans de True Detective hay que decirles que todo el baile temporal que tanto alaban, lo hace HIMYM en un sólo capítulo... y mejor. Prueba de ello, esta última temporada. Soy súper fan de The Office, y aún así he de reconocer que un par de temporadas menos no le habían hecho daño a la serie, sino todo lo contrario. Tal vez aprendieron algo de todo eso y Parks and Recreation está llevando un paso más calmado y seguro. Le doy la séptima, no sé si una octava. Con The Big Bang Theory no me canso... aún. Supongo que esperando a que Raj se eche novia y Sheldon tenga sexo de una vez. Si no pasa pronto y se acaba la serie, entrará en el bucle de la risa hueca con el resto. Pero son comedias. Se pueden permitir estirar un poco el chicle y no pasa nada. Los dramas son otra historia.
Creo que el blog de El País, Quinta Temporada, se llama así por The Wire. No sé dónde lo he leído y no me apetece buscarlo, pero en todo caso sí he de decir que The Wire es el ejemplo de una serie cerrada, con las temporadas contadas y una historia coherente, al igual que Breaking Bad. En The Killing nos cansamos de estirar un capítulo durante una temporada. Está bien cuando ahí termina todo, pero si lo estiras en dos... Y parece que True Detective se dio cuenta de eso -esta noche veo el último capítulo y os cuento, porque he leído de una fuente de confianza que ¡está decepcionada!-, cambiando de polis y esas cosas. Tampoco se han inventado eso, ya lo lleva haciendo tres años American Horror Story... y a un nivel mucho mayor -capítulo a capítulo-, Black Mirror. El caso es que no todas las series lo tienen tan claro y tenemos algunas como Sons of Anarchy que han tirado por la borda su calidad. ¿Habrá algún agente del FBI, o la DEA, o su madre, capaz de acabar con los moteros? Se han columpiado con parte de la trama y deberían haber recortado una temporada completa para terminar este año en condiciones. Ya no se lo cree nadie, y ahí está el problema. Un drama no es ciencia ficción y tiene que tener una trama realista, o al menos consistente. Homeland debería haber tenido una temporada, sólo una.
Pero esas no son las peores. La semana pasada tuve por fin ocasión de ponerme despacio con Sherlock. Y he decidido bautizar -para mal- a las que llamaba «series policiacas» como «series sherlock». 1 capítulo, 1 trama. 23 capítulos por temporada. 10 temporadas. ¡Por favor! Prefiero morirme a que me atienda House, Bones es una antropóloga mediocre y el CSI ya repele en todas sus formas. ¿No podían copiar de los ingleses y hacer algo tan bonito como Sherlock? Cada capítulo tan diferente del anterior, con tantas cosas por medio y sin salirse de la norma. Una serie que no cansa, porque no te da tiempo. En tres temporadas lleva 9 capítulos y menos metraje que una temporada de cualquiera de esas otras series. Así la puedes estirar mucho antes de repetirte.
En conclusión, sólo hay una norma para hacer una serie de calidad -con respecto al tiempo- y es tener una historia que aguante los requerimientos de la cadena, o grabar sólo lo que requiera la historia... y punto. Almost Human podría ser una serie fabulosa de tres o cuatro capítulos. Fringe podría haber sido dos o tres series únicas con la calidad de la dirección y el simbolismo que rezumaba de cada historia. Yo hoy no seguiría tantas series, pero las que sigo serían mejores.
Y para terminar, os dejo una de mis debilidades. «Way down the hole» el tema de The Wire, en las cinco versiones de sus cinco temporadas y el final de la serie, que no consideraré spoiler...


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