Soy uno de esos que creció con El príncipe de Bel Air y Los Simpsons a la hora de comer. Uno de esos que perdió la paciencia por los anuncios y la contraprogramación, pero que nunca se pudo pagar el Plus. No soy uno de esos que se hacen llamar seriéfilo, ni cinéfilo... soy un arqueólogo adicto a las series, cansado de escribir sobre arqueología.
Esto es una nueva aventura que hace tiempo que quiero emprender. Ahora que he cerrado ciclo en otros blogs, empiezo este. Porque opinar de lo que no se sabe es un buen deporte nacional, sobre todo si pienso que mi opinión puede ser más interesante que la de los críticos. Total, a mi no me pagan por hacerlo. Por eso llego con este blog escueto, sencillo, donde lo importante no está en el formato sino en el contenido.
Puede que mis gustos no sean vuestros gustos. Podéis criticarlos.
La granja de Schrute
¿A alguno le suena a algo? Creo que me convertí en adicto a las series después de ver de golpe, sin dormir y casi sin comer, las tres primeras temporadas de The Office. Dwight es seguramente el personaje más carismático de esa serie, o puede que mis orígenes rurales me hagan tener cierta empatía por él. Sin embargo, la cabecera se la dedico a un personaje terciario en la serie, su primo Mose. Simplemente genial.
En esta granja no sembraré remolachas, pero sí me empaparé de los Schrute para poder hacer una crítica un poco más ácida y una reflexión un poco más profunda de algo que poco a poco está absorbiendo nuestras vidas. Ya no quedan muchos tubos catódicos, pero algo sigue saliendo de las pantallas y aquí habrá que verlo. Series, arqueología y actualidad.
La granja de Schrute
¿A alguno le suena a algo? Creo que me convertí en adicto a las series después de ver de golpe, sin dormir y casi sin comer, las tres primeras temporadas de The Office. Dwight es seguramente el personaje más carismático de esa serie, o puede que mis orígenes rurales me hagan tener cierta empatía por él. Sin embargo, la cabecera se la dedico a un personaje terciario en la serie, su primo Mose. Simplemente genial.
En esta granja no sembraré remolachas, pero sí me empaparé de los Schrute para poder hacer una crítica un poco más ácida y una reflexión un poco más profunda de algo que poco a poco está absorbiendo nuestras vidas. Ya no quedan muchos tubos catódicos, pero algo sigue saliendo de las pantallas y aquí habrá que verlo. Series, arqueología y actualidad.
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